Como mirar al horizonte y estremecerse. Sentirse grandioso y a la vez minúsculo: un ser a merced del viento y la mar.
Como reencontrarse otra vez con tus aspiraciones y sueños que escondidos se asoman para degustar la inmensidad.
Como sentir el aire virgen y canalla que te susurra al oído: ...“eres libre como yo”...
Como saber que allá donde haya chopos habrá tranquilidad y allá donde haya acantilados habrá montañas de sabiduría y mares de valentía.
Como cantar con los piratas su canción.
Como atardecer a la vez que el sol. La incertidumbre.
Como la feliz certeza de que mañana será otro día, diferente del de hoy, con sus alegrías y sus penas, sus sonrisas y su genio, sus besos y sus lágrimas de sal.
Como reír a carcajadas.
Como sentir una presión en el pecho hasta doler. Rebosante de emoción abismal e inexplicable.
sábado, 15 de septiembre de 2007
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